Los gatos son animales que han vivido de forma salvaje en la naturaleza durante miles y miles de años, pero llevan acompañando en este camino a los humanos, en un intercambio simbiótico, por lo menos durante los últimos 10.000 años, según restos aparecidos en Chipre. Vivir completamente encerrados en un hogar es algo relativamente nuevo para ellos y que además no ocurre en todos los lugares del mundo. En los países anglosajones, por ejemplo, es muy común que los gatos tengan acceso libre al exterior, con los consiguientes peligros que supone para el gato, pero también con los beneficios inherentes a poder vivir la vida para la que ha sido concebido, que se sepa; curiosear dando un paseo, observar a otros gatos, buscar compañer@s si no están castrados, volver a curiosear, otro paseíto, robar comida de algún vecino gatuno, y de vez en cuando, intentar cazar algo. Pero para los gatos que están en nuestras casas durante toda su vida sin poder salir al exterior la falta de estímulos es evidente, con el problema añadido de la monotonía del entorno. La ausencia de incentivos para los requerimientos de actividad de los gatos puede desencadenar en un hastío por parte del animal que derive en un problema emocional más grave que resulte, por ejemplo, en una cistitis idiopática o algo más serio si no se soluciona el problema. El gato nos lo hará saber orinando fuera de la bandeja. La única manera de ponerle freno a esto es que nosotros le proporcionemos a nuestro gato los medios necesarios para poder “ser gato”. Ahí es dónde entramos nosotros:

  • Separar la bandeja de deposiciones de la zona de comida y agua. Lo ideal sería situarla en una estancia lo más tranquila posible, sin tránsito de personas, pegada a la pared y sin tapa. Debe ser suficientemente grande como para que entren dos gatos. También es importante observar si el tipo de arena que utilizamos le gusta a nuestro gato.
  • Proporcionarle alturas. Los gatos adoran las alturas, por lo general, y les gusta controlar todo desde lugares en los que sientan que tienen el control. Y eso se lo proporcionan las alturas. Puedes poner baldas, estantes, cajones, pasadizos o rascadores que lleguen hasta el techo. Tu gato estará enormemente agradecido si puedes conseguir que circule por toda la habitación sin pisar el suelo.
  • Proporcionarle juguetes (simulando presas). En esta entrada anterior te explico las claves sobre el juego. http://elgatocomun.wordpress.com/2013/10/20/por-que-debo-jugar-con-mi-gato-todos-los-dias-las-claves/
  • De vez en cuando puedes enriquecer el entorno con nuevos objetos. Todos sabemos lo que ocurre cuando aparece una caja de cartón o una maleta por casa.
  • Colocar una red en una ventana o en el balcón. Evitaremos las tan temidas (y mucho más frecuentes de lo que pensamos) caídas desde las alturas y le ofreceremos un estímulo excelente, que le permite oler, ver y tomar baños de sol sin ningún peligro.
  • Colocar rascadores para que se afile las uñas y pueda marcar su territorio. A veces ponemos rascadores en sitios donde no los utilizan. Lo que puedes hacer es observar donde se rasca (seguro que un sofá, o una butaca atractiva para él) y no castigarlo (porque ten en cuenta que tu le has puesto ahí un rascador inmenso en forma de sofá, no es su culpa ) sino colocar ahí el rascador que no utilizaba para evitar destrozos. 
  • Proporcionale una zona de descanso, puede que luego descanse contigo en el salón porque no le molesta la TV alta ni los ruidos pero muchos gatos prefieren sitios más tranquilos para descansar.
  • Variar la alimentación , si no hay problemas veterinarios, es un aliciente para tu gato. Imagínate si siempre comieras arroz. Seguro que agradecerías que variaran tu dieta. Pues tu gato igual. Proporcionarle comida húmeda a diario es una buena opción que además le ayuda a prevenir problemas urinarios. También puedes informarte sobre la alimentación con comida cruda.
  • Planta hierba gatera (suele ser cebada) para que tu gato pueda purgarse como hacen en libertad. La encontrarás en tu veterinario o en tu tienda para animales o gran superficie.
  • Proporcionarle un compañero, si percibes que lo necesita, puede ser el mejor de los complementos para tu gato,  pero es muy importante que tenga su mismo nivel de actividad y sigas las pautas de presentación pertinentes para un encuentro entre gatos.

De todas formas, tratar a tu compañero animal desde el respeto y desde el amor es el arma principal para que ambos seáis más felices.

Vía: ElGatoComún